Reproducción asistida - Comunidad de coparentalidad

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La coparentalidad surge del deseo genuino, muchas veces imposible de mitigar, de ser madre o padre y se inicia cuando un mínimo de dos personas decide ponerse de acuerdo para tener un bebé, estén o no en pareja.

Esta alternativa al modelo de familia clásico se puede hacer realidad a partir múltiples opciones:

  • Una pareja de mujeres y un hombre. En esta opción es posible que una de las mujeres decida gestar.
  • Una mujer y un hombre.
  • Dos mujeres y dos hombres.
  • Dos hombres.
  • Dos mujeres.
  • Personas de cualquier género: mujeres y hombres transexuales, personas no binarias, etc.

Por lo tanto, la coparentalidad se desarrolla desde una realidad heteroparental (cuando los progenitores son de distinto sexo), homoparental (del mismo sexo) o en la variedad de géneros. Todo vale, sí. Por fin.

Ya he encontrado una persona afín ¿y ahora?

De entrada, es aconsejable hablar del tema en profundidad para explorar si tenéis intereses en común, criterios de crianza compatibles, si la previsión es la de vivir cerca, si se prevé algún cambio de residencia, etc. Esta etapa será crucial para percibir si el proyecto de coparentalidad reúne las condiciones para avanzar con claridad. ¿Todo fluye? ¡Adelante!

Para ello, recomendamos dejarse guiar por profesionales médicos de la reproducción asistida que estudiarán cada caso y os pueden dar su opinión cualificada sobre el método más indicado. Ya lo verás, es un mundo.

En segundo lugar, el asesoramiento legal para formar una familia desde la coparentalidad es también fundamental. Consulta tu situación particular con un abogado que conozca la realidad y las leyes vigentes en la región donde vivas.

¿Qué métodos tenemos para conseguir un embarazo?

Existen distintas formas. Puedes hacer realidad tu sueño de ser padre o madre, o de ayudar a que alguien lo pueda cumplir a partir de:

  • Inseminación artificial
  • Fecundación In-vitro
  • Inseminación casera
  • Gestación subrogada

Todo esto con o sin donación de gametos (semen, óvulos o ambos).

Paso a paso, esta es una de las primeras cuestiones a revisar.

Importante: el Plan de coparentalidad

Antes de empezar este apasionante viaje con seguridad y claridad de ideas, te recomendamos encarecidamente la creación de un plan de coparentalidad. Es un documento fundamental en un proceso de coparentalidad, donde las personas implicadas acuerdan la forma en la que ambos progenitores piensan ejercer sus responsabilidades parentales:

  • Cómo se organizarán las visitas
  • Hasta dónde llegarán las posibilidades de tomar decisiones y las responsabilidades de cada progenitor.

Habrá que tomar muchas más decisiones de lo que pueda parecer a priori. Tendréis que pensar en muchas cosas antes de llegar a un acuerdo.

Ventajas de crear un plan de coparentalidad (y por qué vale mucho la pena):

  • Detalla los compromisos que cada progenitor asume respecto a la guarda y custodia, el cuidado y la educación del hijo o hija.
  • Anticipa la resolución de posibles desacuerdos entre los progenitores para organizar de forma responsable el cuidado de los hijos.
  • Facilita la concreción de los acuerdos, la transparencia de las partes y el cumplimento de los compromisos alcanzados.
  • Favorece la colaboración de los abogados de las partes.