Marta y Lucía son dos amigas mías lesbianas que forman una bonita pareja. Llevan varios años juntas y hace poco han decidido aumentar la familia. Por suerte, viven en un país en el que pueden hacerlo. Un país en el que ser lesbiana no es un delito, ni tampoco incompatible con ser mamá.
El otro día me comentaban las diferentes opciones que barajaban para hacer realidad su sueño: la adopción, la inseminación artificial y la fecundación in vitro a través del método ROPA. Yo les hablé sobre la coparentalidad y descubrí con sorpresa que no conocían esta opción todavía.
Por eso, he decidido compartir más sobre esta opción real e inclusiva para tener hijos. Hoy en particular, hablamos del caso de ser lesbiana con pareja y buscar una coparentalidad junto a un hombre que se quiera implicar. Hablamos de un modelo de familia totalmente novedoso compuesto por dos mamás y un papá.
Ventajas de la coparentalidad en esta situación
Sobre las ventajas de la coparentalidad ya hablamos largo y tendido. Pero en este caso en concreto, las razones por las que dos mujeres lesbianas deciden decantarse por una coparentalidad suelen ser principalmente dos:
-
En primer lugar y a diferencia de otras opciones como la adopción o la donación de esperma, la coparentalidad permite que, además de dos mamás maravillosas, el niño cuente también con una figura paterna.
-
Por otra parte, a través de la coparentalidad, el donante de semen no es anónimo y el bebé podrá conocer de primera mano cuál es su origen.
Además, hay otras ventajas como la de contar con el apoyo emocional y económico de otra persona. Al optar por la coparentalidad, la pareja de mamás podrá compartir las responsabilidades y desafíos de la maternidad con alguien más.
Factores a tener en cuenta
Aunque hay muchas ventajas, también hay factores a tener en cuenta antes de iniciar un proceso de coparentalidad de estas características.
No obstante, como en este caso no existe el factor sorpresa y será un embarazo muy deseado, hay tiempo para pensar, planificar y anteponerse a cualquier inconveniente que pueda surgir.
Los puntos más importantes a tener en cuenta antes de iniciar este tipo de coparentalidad son:
-
Decidir quién de las dos mamás va a ser la gestante:
Hay que decidir quién de las dos se someterá al proceso de inseminación, qué método se utilizará para lograr el embarazo (método natural, inseminación casera o inseminación artificial) o si será un proceso de fecundación in vitro a través del método ROPA (un proceso en el que participan activamente las dos mamás: una como madre genética que aporta el óvulo y la otra como madre gestante que da a luz al bebé).
-
Aclarar las responsabilidades de los copadres implicados:
El nivel de responsabilidad parental dependerá de varios factores y el contacto que cada una de las partes desee tener con el niño. Todos los posibles problemas con respecto al contacto y la responsabilidad de cada uno deberán abordarse antes de iniciar cualquier proceso.
-
Revisar las regulaciones legales en tu región:
Este punto es vital y, como siempre en Copaping, te recomendamos buscar asesoramiento legal en tu región para asegurarte de conocer bien las regulaciones y los derechos y deberes de los adultos implicados.
-
Decidir quiénes serán los progenitores legales
Esta parte es compleja y muy importante. A excepción de unos cuantos estados en Estados Unidos donde está reconocido que un niño tenga más de dos padres legales, en el resto del mundo un niño solo puede tener uno o dos progenitores legales y en ningún caso tres o cuatro. Por eso, en el caso de una coparentalidad entre más de dos copadres, es necesario entender que no todas las partes podrán ser progenitores a nivel legal y conocer las consecuencias que esto pueda tener.
Espero que este artículo te haya sido de utilidad. Mis amigas Marta y Lucía ya se están planteando la coparentalidad como posibilidad para realizar su sueño de ser madres. Y tú, ¿conocías esta opción para tener hijos?
Me encantaría leer tu opinión y experiencia en los comentarios.