Un contrato entre los copadres es fundamental para que la coparentabilidad ofrezca unas condiciones justas a ambos progenitores. De esta forma, quedan claras las obligaciones de cada uno desde el principio y se evitan sorpresas en el último momento. En este artículo, vamos a mostrarte en qué consisten estos contratos y qué deben contener para garantizar la correcta crianza de vuestro hijo o hija.
Qué es un contrato de coparentalidad
Se trata de un acuerdo mediante el cual los padres se comprometen a seguir unas directrices concretas en aspectos fundamentales para la crianza y educación del o la bebé. No es vinculante a nivel legal, pero puede tenerse en cuenta en caso de que surjan desavenencias entre ambos en el futuro. Lo que sí es muy importante es que no toméis este documento como una ley inflexible, puesto que con los años las circunstancias de cada uno pueden cambiar y tendréis que adaptaros.
Cláusulas más importantes
Aspectos como la educación, la vivienda o la economía son los más relevantes. A continuación, vamos a mostrarte lo que debéis tener en cuenta cuando lo redactéis.
Cuidados y vacaciones
Este aspecto trae de cabeza a muchos progenitores. ¿Ambos tomarán la misma responsabilidad a la hora de los cuidados diarios? ¿Preferís que uno sea quien se encargue la mayor parte del tiempo? Esto tiene que quedar claro por escrito. Si la custodia va a ser compartida o si uno de vosotros será el que conviva normalmente con vuestro hijo o hija. Tenéis que poneros de acuerdo, ya que de ello dependerá la estabilidad emocional del pequeño o de la pequeña.
Lo mismo sucede con los días de vacaciones. ¿Cómo los queréis repartir? Posiblemente, los dos tengáis que cuadrar unos horarios en vuestro trabajo para que el o la bebé no tenga que quedarse sin viajar en verano. Es vuestra decisión, pero en el contrato de copadres debéis pensar en él o en ella.
Gastos y educación
¿Cómo queréis educar a vuestro o vuestra bebé? ¿Pagaréis un colegio de pago o preferís la educación pública? Esto supone una de las mayores decisiones a las que os tendréis que enfrentar. De la misma forma, ¿quién pagará las facturas? Normalmente, se suele repartir a la mitad este concepto, aunque quizá tengáis otras ideas. Reflejadlo todo en el contrato de copadres para que no haya ninguna duda entre vosotros.
Hay muchas más cosas que decidir en vuestro contrato de copadres. La religión, las visitas de cada uno y las de sus familiares o, incluso, la alimentación. Cualquier cosa que penséis que puede ser susceptible de ser discutida merece aparecer en este valioso documento. Siempre debéis acudir a un profesional legal, pensad que este acuerdo debe durar años y servir para todas las situaciones que se presenten. Lo importante es que penséis exclusivamente en el bienestar de vuestro hijo o de vuestra hija.